lunes, 25 de enero de 2010

Las lumbres de San Antón















      El pueblo, allá por los 50, estaba poco iluminado. Con la puesta del sol, veía bajar diariamente por la calle Méndez Núñez al encargado de encender el alumbrado, una simple bombilla que colgaba en medio de la calle, separadas unos 20 metros(?) una de otra, sin más foco ni reflector que incrementase su escasa luz. Tampoco era muy necesario pues la gente de bien, que en el pueblo era toda (o casi), se encontraba en sus casas para cenar y acostarse pronto ya que el canto del gallo, al despuntar el alba, servía de despertador a toda la comunidad.
      La noche del 16 de enero era especial, a la puesta del sol se encendían las “lumbres” en honor de San Antón, y el pueblo se convertía en una fiesta de hogueras, aromas, convivencia… El “ramón” recogido tras la poda del olivar era depositado en el centro de la calle, junto a troncos más gruesos, para hacer una gran lumbre. Cada vecino aportaba la leña que buenamente podía y esa noche a las mujeres y niños les era permitido fumar cigarrillos que se hacían con matalahúva. Nos embargaba el hechizo de observar las pequeñas volutas del humo de los cigarros entre las oscilantes llamas de la hoguera, el crepitar de las ramas, los aromas de la savia joven del ramón y de la matalahúva, el cuenco de flores de maíz, el pan frito con aceite de oliva virgen que mojábamos en el chocolate, hecho a base de raspar las onzas de una tableta y cocerlo al fuego de leña con la sabiduría y paciencia que tenían nuestras abuelas para estos menesteres. Noche mágica al calor del fuego que nos protegía del frío viento que bajaba de la sierra, allá donde el pueblo dejaba de tener casas para convertirse en cuevas. Si la lumbre no bastaba para suavizar el frío siempre había una copita de “risol” (nos dejaban darle un sorbito) antes de mandarnos a la cama pues al día siguiente Don Florentino y su sapiencia, con el fiel acompañamiento de la palmeta, nos esperaban en la vieja escuela de la Carrera.

Lumbres: hogueras
ramón: ramaje que resulta de la poda de los olivos
risol: bebida casera elaborada con anís dulce y café

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