domingo, 7 de octubre de 2007

Como la vida misma



- Oiga, ¿policía?
- Ehhh, sí, ¿qué pasa?
- Tengo bajo mi balcón un grupo de gamberros gritando, bebiendo litronas, orinando en la pared, rompiendo botellas, con la música del coche a todo volumen ...
- Ah, bueno, ¿y ha visto la hora que es?
- Pues las tres de la madrugada, por eso le llamo.
- Es que me ha despertado.
- Pues fíjese que yo aún no he podido pegar un ojo.
- ¿Y qué quiere que yo haga?
- Hacer que se cumplan las normas, ¿no es ese su trabajo?
- Ehhh, no sé si eso es competencia nuestra, además nos ha tocado esta noche el patrullero con radar, jeje, y hay que aprovecharlo.
- Entonces, ¿qué va a hacer?
- No se preocupe, para las seis de la mañana ya se habrán ido esos chiquitos y podrá dormir a pierna suelta.

... Puede ocurrir en cualquier lugar, a cualquier vecino, a usted mismo.

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