aznalfarache

No cabe duda que el aficionado se alegra cuando su equipo gana. En el caso del Sevilla, todos sus componentes tanto dirigentes como técnicos y, especialmente, futbolistas se merecen todas las felicitaciones por el desarrollo de la temporada pasada y esta pretemporada. El Sevilla F.C. es hoy uno de los mejores clubs de Europa y eso nos alegra tanto a los seguidores del equipo como a los que amamos Sevilla y no somos aficionados.
Pero... las felicitaciones tienen como destino a los anteriormente citados, que son los que se lo han currado, y a los aficionados que saben celebrarlo como personas civilizadas. Y aquí terminan, porque... ¿qué derecho tienen los macacos pseudoaficionados a salir de madrugada a fastidiar el descanso a los demás? Que peguen los gritos en su casa y toquen el claxon en su dormitorio. Más de uno termina odiando el fútbol por esta plaga de macacos que invade la calle cuando su equipo gana y pisotea el derecho al descanso de los demás. Con su camiseta hasta las rodillas y sus ademanes de primates selváticos encima tienen la osadía de creerse Kanouté o Palop. ¡Qué pena! Seguro que al día siguiente están durmiendo a pierna suelta hasta las tres o las cuatro en que la "omá" les planta la comida, con mantel incluido, que los macacos no se molesten, ¡pobrecillos!, ¡con lo que trabajaron la noche anterior, que tuvieron que despertar a todo el pueblo para que se enterase que su equipo había ganado!
¡Macacoooooooooooooos!